viernes, 19 de diciembre de 2014

Feliz Navidad y Próspero 2015

   
  

     Queridos Reyes Magos:

     Un año más quiero darles las gracias de antemano por todos los presentes que me han hecho llegar durante este 2014 que está a punto de concluir. Soy afortunada, y cada día es un regalo.

     Si hago balance, este año ha sido un poco difícil, sobre todo porque como bien saben ustedes, gente muy querida y cercana a mi lo está pasando regulero en materia de salud. Todos y cada uno de ellos están peleando por curarse, y están empleando todas sus fuerzas para acabar con los bichitos que se han instalado en sus interiores. Para ellos va mi primer encargo para sus reales majestades: salud, fuerza y coraje, porque puede que en algún momento, durante el año 2015, quieran tirar la toalla, o se aburran de sus tratamientos, o no visualizarán el final de sus batallas. Por mi parte, haré todo lo posible porque este encargo llegue a sus destinatarios. 

     Se acercan unas fechas entrañables, donde solemos recurrir a los aspectos más materiales de la vida para satisfacer las necesidades que creemos que tienen los que nos rodean. Muchas veces no nos damos cuenta de que la alegría de las Navidades no es comprar los regalos más caros, o preparar las comidas más elaboradas. Pienso que el espíritu ha de ser otro. Reconocer el valor de una sonrisa, es una alegría. Abrazar a ese familiar que hace tiempo que no vemos, es una alegría. Compartir el último trozo de turrón de una bandeja, es una alegría. Para todos aquellos que no dan valor a estos detalles, va mi segundo encargo para ustedes.

     Agradezco la familia que tengo. Estos días los voy a echar de menos como no se imaginan. No descarto que alguna lagrimilla se me escape, porque me gustaría estar rodeada por toda mi gente y compartir con ellos paseos, secretos y encuentros. Pero este año no puede ser. Serán unas Fiestas descafeinadas, pero Fiestas al fin y al cabo. Advierto que estos días puede que de algún abrazo más fuerte de lo habitual. El que avisa no es traidor... Para todas las familias va mi tercer deseo. Disfruten de los abuelos pesados, de los cuñados coñazo, de los hijos tocanarices, etc. Cambien los adjetivos habituales por otros más cariñosos. Empiecen por estos días, y trasládenlos al resto del año. Si les cuesta, no se preocupen, los Reyes Magos les van a ayudar.

     Y los amigos, ¿qué me dicen de ellos? Un nuevo GRACIAS se me escapa. ¡Qué suerte tengo! Estas navidades, muchos de ellos se convertirán, por el arte de la magia que rodea estas fechas, en la familia que no tendré a mi lado. A unos los tengo cerca. A otros, un poco más lejos. Pero si lo pienso, si están en mi vida es porque el destino así lo ha querio. Por esto, por todo lo compartido durante este 2014, queridos Reyes Magos, como cuarto regalo les pido que protejan a mis amistades.

     Y como no hay quinto malo, mi último deseo para ustedes es un poquito más personal. Este año ha llegado a mi vida un ser muy especial. Simplemente, o complejamente, me gustaría que esta persona siga formando parte de mi realidad. Sí, ya lo sé, es difícil, pero así funcionan los sueños, ¿no? Por todos los amores que empiezan, los que continúan, los que se rompen y los que vendrán, paciencia, cariño e ilusión.

     Me voy a ir despidiendo de ustedes, y les pido encarecidamente que tengan en cuenta estas letras escritas desde el corazón, aun sabiendo que andarán muy ocupados, y que los pajes reales estarán haciendo horas extras. Como les dije al principio de esta misiva, muchas gracias por todo lo bueno y lo malo del 2014. Un beso muy afectuoso para cada uno, y ¡¡hasta el año que viene!!

Fdo.: Paz Durán Santana