viernes, 14 de febrero de 2014

Mensaje a una estrella

Hoy te voy a contar un cuento que he encontrado en mi pequeña librería de tesoros. En cuanto he dado con él he pensado en ti, en mi iusión, en mi esperanza. No sé si habrá sido casualidad, aunque no crea mucho en ellas, pero el relato se me apareció como por arte de magia precisamente el día en que me dieron una mala noticia relacionada contigo. 

Ya me habían dicho que el proceso iba a ser difícil, y creía estar preparada para todo. Pero cuando me comunicaron que llegar a ti podría ser imposible por cuestiones económicas me disgusté, y mucho.

¿Sabes? En un primer momento me vine abajo. Podría mentirte y decirte que me repuse sobre la marcha, pero no fue así. Estuve triste, sí, pero ya me he puesto las pilas de nuevo, y esta misma mañana he estado peleando para dar con la fórmula adecuada para tenerte a mi lado. No sé si lo conseguiré. No sé si quien debe juzgar que mis finanzas son las idóneas verán los pasos dados hoy como positivos. No sé si tendré que renunciar a ti por estos motivos. Lo que sí sé es que voy a luchar con todas mis fuerzas por ti.

Puede que ahora entiendas mejor esta historia que voy a compartir contigo, y por qué me emocionó cuando la leí precisamente el día en que sin concocerte te quise aun más.

Se trata de un relato que está incluido dentro de una colección llamada Cuentos para soñar, sueños para contar, publicado por el Grupo Editorial Bruño en el año 2003. 


Cada uno de estas historias está escrita e ilustrada por un autor diferente. El nuestro, el que compartiré hoy contigo está escrito por Massimo Mostacchi, y tiene unos dibujos preciosos de Mónica Miceli. Se titula "Adoptar una estrella" y espero que te guste tanto como a mi. 

Vamos allá...

Adoptar una estrella

En un pueblo no muy lejos de aquí viven Ernesto y María, una pareja de jóvenes esposos. En  las noches de verano, en lugar de ver la televisión, se sientan a la puerta de su casa para contemplar el cielo estrellado. De repente, en el cielo se destaca una estrellita que cae velocísima hacia la Tierra. María coge la mano de Ernesto y le dice:
-Rápido, pide un deseo. Pero no digas cuál es porque, si no, no se cumplirá. 
Abrazados, María y Ernesto observan la estrella que cae.
Por la mañana, despues de un abundante desayuno, Ernesto sale a trabajar a los campos. Está satisfecho con su vida y por eso todo le parece más fácil. 

En la era, los animales esperan impacientes a que llegue María con la comida. Hoy, sin embargo, la rodean inquietos: parece que quieren llevarla a alguna parte...
María les sigue, curiosa. Todos juntos salen de la era y atraviesan un campo, despues una colina, luego un camino arbolado. Cuando María ya está cansada de caminar y decide volver a casa le parece ver algo que se mueve suavemente entre los matorrales. Con el corazón latiéndole muy deprisa, se aproxima a un claro y allí ve a una bellísima niña dormida. 


A su regreso, Ernesto se siente muy feliz al ver a la niña, pero también se muestra preocupado.
-¿De dónde vendrá? ¿Quiénes serán sus padres? ¿La estarán buscando?
María no se hace tantas preguntas. Le basta con tenerla consigo.
-Intentaremos averiguar de dónde ha venido antes de quedárnosla para siempre, dice sonriendo a la niña, que se ha quedado dormida entre los brazos de Ernesto.
Muy temprano por la mañana, Ernesto y María se ponen en camino. Han decidido visitar todos los pueblos vecinos. De pueblo en pueblo, Ernesto pregunta:
-¿Sabéis quién es esta niña? ¿Conocéis a sus padres?
Pero nadie sabe nada ni puede responderles. Por la tarde, Ernesto y María regresan a casa.
-La niña se queda con nosotros -decide Ernesto, satisfecho.
-Se llamará Estrella -dice María, tranquila por fin.
Estrella crece feliz y parece estar dotada de un encanto especial. En sus fantasías, todos los seres de la naturaleza son sus compañeros de juegos.
Ernesto y María cada día la quieren más, y han dejado de preguntarse de dónde ha venido. Estrella es, ahora y para siempre, su niña adorada. Saben que la noche en que vieron una estrella fugaz, los dos desearon tener una hija, y que este deseo se ha cumplido. 
Mientras tanto, en el cielo, reina una gran confusión. Las estrellas se dan cuenta de que falta una y deciden bajar a la Tierra para buscar a la estrellita perdida. Con las primeras luces de la mañana exploran los montes, el mar, las ciudades y los pueblos, pero su brillo se hace cada vez más pálido. Después de tanto buscar y buscar parece que la estrellita se ha desvanecido sin dejar rastro. 
Desilusionadas y tristes, las estrellas deciden volver al cielo, pero ..., de pronto, descubren una lucecita que procede de una niña que juega alegremente con su balón. 
-¡Esa es nuestra estrellita! ¡Es ella! ¡Es ella! -susurran temblando de emoción.
Las estrellas siguen a la luz hasta el jardín de la casa de Ernesto y María. Cuando los padres abrazan a Estrella, las pequeñas luces giran alrededor de ellos. Y se dan cuenta del gran amor que les une. ¿Cómo podrían arrebatar la niña estrella a unos padres que la quieren tanto?
Ya ha oscurecido y las estrellas vuelven a brillar en el cielo. 


Cada año, regresarán para ver a su estrellita y para proteger a otras frágiles luces que brillan en la Tierra.

Fin

Espero que te haya gustado, mi sueño. Te mando un beso al cielo. Mi Pez Volador lo cuidará hasta que yo te lo pueda dar a ti. 

Y más besos a todos mis niños queridos, a los que conozco y a los que esperan en el mundo a que alguien los convierta en las estrellas del firmamento de sus vidas.

¡Hasta pronto!  

viernes, 17 de enero de 2014

El ejemplo

Cada día te siento más cerca. A lo mejor estás siendo concebid@ en este momento, o puede que ya ilumines con tus grandes ojos un rinconcito de La India. Seas o no seas, existas aun o no, en mi corazón tienes tu hueco. Ahí llevas instalad@ desde que naciste en mi mente.

Hoy, curioseando en mi muro de Facebook, me ha llamado la atención una imagen de la revista literaria "La noche de las letras". Me ha cautivado, y me ha hecho soñarte un poquito más. Y si la ilustración es bonita, la frase de Nikolái Gógol que en ella se puede leer, me ha hecho reflexionar:


¿Qué clase de ejemplo seré para ti? Tendría muchas cosas que contarte, e infinidad de momentos que compartir contigo. No sé si lo que recibas de mi será el modelo de persona en que tú te quieras convertir. 

No te impondré mis gustos, pero sí me gustaría que fueras parte de ellos, que crecieran en ti de forma natural. Por ejemplo, mi amor por los libros, sobre todo por aquellos que te leeré a ti, los que están llenos de cuentos y fantasía.

Mira, poco a poco estoy creando aquí, en el que será tu hogar, mi pequeña colección. Bueno, más que mía, será nuestra. Voy comprando tesoros de papel allí donde me gusta encontrarlos, en mercadillos o en sitios especiales. También tengo preciosos regalos que me están haciendo, sí, por ejemplo, los Reyes Magos; o la familia, como el que buscó, halló y me dió la prima Bárbara M. 

Tanto el suyo como los demás te están esperando...


Tranquil@, ya te hablaré de todos, te los presentaré, y te dejaré que juegues con ellos, con sus personajes. Me encantaría que tu imaginación volara junto a sus protagonistas. Por ejemplo, con los revoltosos que están tras las tapas de Más cuentos de mamá cucharita


Hace muchos años, en 1962 concretamente, Ediciones Cid editaba una colección de relatos escritos por Carola Soler, e ilustrados por M. T. G. Zorrilla. Todos sus personajes son niñ@s como tú, que viven un sin fin de aventuras llenas de alegría. Ya verás, te van a encantar. Además, cada historia lleva una pequeña enseñanza, y seguro que esos consejos te servirán para cuando seas grande.

He intentando localizar más ejemplares, para que otros pequeños como tú, mis niños queridos, puedan leer estos cuentos, pero me ha resultado imposible. Eso sí, he encontrado un enlace muy interesante en la hemeroteca del periódico ABC, fechado el 5 de mayo de 1966, donde se habla de este libro, así como de su autora:


Bueno, mi pequeño tesoro, como verás, no sé si te serviré de buen o mal ejemplo. Lo que si te garantizo es que con estos libros que serán tuyos algún día, no te vas a aburrir, vas a aprender un sin fin de cosas nuevas, y tu imaginación volará tan alto como quieras. Yo te ayudaré a lograrlo, y te regalaré las alas de mi Pez Volador, para que junto a él descubras el mundo que te rodea a través de las palabras, de las letras más mágicas.


Besitos 

miércoles, 8 de enero de 2014

Diario de una ilusión: Momento 4

Momento 4

Hoy me han llamado. Era el psicólogo que elaborará mi informe de idoenidad. Me ha citado para mañana, y como se podrán imaginar, ya tengo esas mariposas en el estómago de las que les he hablado en otras ocasiones.

La verdad es que me ha sorprendido la premura. No imaginaba recibir esta llamada tan pronto, pero así ha sido. Y sí, estoy preparada. He consultado en varios foros, pero he dejado de hacerlo casi de inmediato, porque no quiero ponerme más nerviosa de lo necesario.

Además, ¿qué miedo es el que tengo? Ninguno. Seré yo, con mis virtudes y mis defectos, y sobre todo, intentaré transmitir la ilusión que me produce este proceso de adopción. 

Un buen amigo me ha dicho: "No necesitas suerte Paz. Solo que te vean la cara y tu mirada" 

Gracias J. P.

La verdad es que tengo una suerte inmensa, porque he recibido muchos mensajes de apoyo y de ánimos. Esta criatura, si finalmente llega a mi vida, estará rodeada de gente maravillosa: familia, titos, titas, el mejor padrino; ¡¡hasta le ha salido abuelo!! Gracias a todos por estar ahí, y por hacerme el camino más llevadero.

Antes de despedirme, saco de mi memoria un momento que me emociona especialmente:

Tal y como conté en el post anterior, Una sonrisa por navidad, una parte de mis mes de diciembre de 2013 transcurrió en la sala de espera de un hospital, acompañando a mi madre en su tratamiento. Bien, pues como estábamos en plena pre-Navidad, una mañana pasaron por allí Los Reyes Magos repartiendo sonrisas y caramelos. Al acercarse, iban preguntando a los allí presentes que qué les pedían en sus cartas a ellos, a sus Majestades de Oriente. La mayoría de las personas respondían que salud. Lógico si tenemos en cuenta dónde nos encontrábamos. Pues al llegar a mi madre, ella respondió: 

"Quiero que mi nieta venga bien, porque voy a ser abuela".

Ante estas palabras no tuve nada que decir. De hecho, se me pusieron los pelos de punta, y ahora, al recordarlo, también.

Bueno, ahora sí que sí. Me despido hasta la próxima.

Un beso enorme, y de nuevo...



sábado, 21 de diciembre de 2013

Una sonrisa por Navidad

A doña Pilar


Cada año, cuando llegan estas fechas, se nos invita a sacar del armario nuestra mejor sonrisa. Y si no la encontramos, debemos hacer el esfuerzo y buscarla bien. ¿Seguro que no hay una en el cajón de los calcetines? Mejor miramos en la nevera. ¡¡Sí, esa, la que escondiste en el congelador!! Sácala, ponla un ratito al sol, y cuando esté calentita, te la colocas.


¿Por qué? Muy sencillo. Porque seguramente a nuestro alrededor hay alguien que no lo está pasando bien. Por esa persona debemos hacer el esfuerzo. Y se los aseguro, merece la pena.

Estos días he tenido que acudir a un hospital a acompañar a un familiar a someterse a un tratamiento un tanto durillo. En ese lugar, mientras esperaba, veía caras, gestos, miradas, lágrimas. Detrás de cada compañero de sala mi imaginación le regalaba una historia. Y ellos a mi. Y de entre todos, me quedo con una pareja entrañable.

Ella acudía cada mañana a recibir su medicina mágica. Así se lo explicó su esposo a una nieta que acudió con ellos el último día que los vi. ¿Y saben qué? Efectivamente esa medicina debía ser mágica, porque con la sonrisa de doña Pilar se iluminaba todo el pasillo. Incluso, me daba la sensación que las bolas del árbol que allí había brillaban aun más cuando ella salía por la puerta.


Árbol de Navidad del pasillo de Radiología del Hospital Doctor Negrín, Gran Canaria

Con gestos tan sencillos como esos un mal trago se puede disfrazar y convertirse en un regalo. Y amigos, estamos en la mejor época del año para hacer ese tipo de ofrendas. El consumismo nos está engullendo, y sí, todos picamos. Pero recuerden que en las pequeñas cosas, en los momentos compartidos con amor y con cariño está la verdadera Navidad. Ese es el espíritu que debemos transmitir a nuestros niños queridos.

Así que aunque cueste, porque cuesta, cuando salgan a la calle, píntense una sonrisa en el rostro. Repártanla gratis, porque sí, porque podemos dar calorcito a un corazón triste, porque alguien la puede necesitar, porque podemos poner un arco iris en el cielo de quien llueve, de quien llora.

Por eso, para ti, para mi, una sonrisa por Navidad...


Mi Pez Volador y yo les mandamos un saquito de besos y les deseamos una Feliz Navidad.

P.D.: Gracias también a las sonrisas regaladas por el personal del Hospital Doctor Negrín, concretamente a los de la Unidad de Radiología. Ellos sí que saben hacer esa clase de regalos que ni se compran ni se venden con dinero.

martes, 3 de diciembre de 2013

Diario de una ilusión: Momento 3

Momento 3


Ayer tenía en casa un aviso de Correos. Me lo remitía el Gobierno de Canarias, y en cuanto lo vi, las mariposillas en el estómago empezaron a revolotear. ¿Qué sería?, ¿buenas o malas noticias?, ¿alguna comunicación interesante? Como he dicho desde el Momento 1 este proceso pondría a prueba, entre otras cosas, mi poca paciencia. Y así ha sido, debía esperar al día siguiente para ir a recoger la notificación, es decir, hoy.

Las horas han pasado algo lentas, pero al fin llegó el momento y pude salir de dudas. Bien, es una comunicación en la que se me solicita que aporte una documentación. Sí, es un trámite más, pero si lo analizo, creo que puedo sacar varias conclusiones positivas:

*Por un lado, ya tengo un número de expediente, lo cual me emociona. Sé que para la Administración ese número será uno más. Pero para mi no. Representa un escaloncito más.

*Por otro lado, significa que quien quiera que haya recibido mi documentación, la ha revisado, y ha determinado que está completa, salvo por el papel que les tengo que mandar ahora. Eso es bueno también, cumplo con los requisitos, al menos en lo que a la burocracia se refiere.

Ya tengo casi lista la información que he de enviar. 

¡Vamos, Paz, otro pasito más!

He de decir que estoy contenta. Poco a poco mi corazón se está tiñendo de un intenso color verde esperanza, y de verdad, no se imaginan el calorcito que da esta sensación. Además, se juntan otras muchas emociones. Por ejemplo, una persona querida, hace no mucho, después de leer el Momento 2 me llamó "mamá".

Es curioso, aún no me lo había planteado, no de una forma tan clara, con todas sus letras. Sí, estoy preparada para el proceso, lo he meditado profundamente, y sí, es mi decisión más compleja e ilusionante. Pero me llamó la atención mi reacción mental hacia la palabra "madre" referida a mi persona. 

No sé si soy merecedora de ese atributo. No todavía. ¿O sí? Me da respeto introducir ya la palabra en mi diccionario vital, porque pienso que es muy pronto. ¿O no?

Dudas de novata.

Hoy me despido con una foto que saqué este fin de semana. Hice una escapada fantástica con unas amigas a mi tierra, a mi isla, a Tenerife. Dando un paseo por el Puerto de la Cruz, me topé con esta artista callejera:



¿No es la viva imagen de la ternura? 

Sueño con el día en que pueda abrazar con tanto amor y cariño a un ser al que pueda llamar hij@.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Diario de una ilusión

Momento 2


Llevo todo el día con una sonrisa en los labios. Hoy, por fin, he dado el primer paso oficial para el que será el mayor cambio de mi vida. 

Tal y como conté en el Momento 1, muchos son los papeles que debía rellenar y conseguir. Poco a poco, desde entonces, he ido cumplimentándolo todo, recabando la documentación que se me solicitaba. Supuso un reto, sobre todo en esos primeros momentos, cuando desplegué un ejército de cuestionarios sobre la mesa de mi comedor. Todos ellos me miraban, me hablaban, me pedían atención. Me refugié en mi boli de la suerte y empecé. Despacito, leyendo todo dos y tres veces. Rellenando cada línea, marcando cada casilla. Eso en casa. Fuera, visita a juzgados, fotocopias, certificado médico, etc. La burocracia es lo que tiene, y me consta, porque trabajo en ella.

Una vez armado mi dossier, quedaba lo más importante, presentarlo en la administración. Y eso es lo que he hecho esta misma mañana:


Madre mía, tengo mariposas en el estómago. Sí, estoy nerviosa. Pero son nervios de emoción. Mi sueño, las alas de mi esperanza, ya son reales.

Me han dicho que me arme de toda la paciencia del mundo, porque la espera puede ser de entre 4 y 6 años. Estoy preparada. Me han asegurado que ahora tendré que enfrentarme a una serie de entrevistas con psicólogos, me estudiarán a fondo, y serán ellos los que dispongan mi idoneidad como futura madre. Estoy preparada también.  Será desesperante a veces, lo sé. Me darán ganas de tirar la toalla otras veces, lo sé también. Pero todo merecerá la pena, estoy segura de ello.

También debo prepararme para el NO. Un proyecto de esta envergadura conlleva ciertos riesgos, y podrían rechazar mi solicitud. Pero alguien muy especial me ha dicho hoy, "ten fe, y mira siempre al frente... ahí está la luz". Querida amiga, gracias.

Mi pequeña, mi sueño, ya está más cerca. 

P. D.: Soy novata en estas lides, así que agradeceré todo consejo, apoyo y/o ánimos. Y por supuesto, ya iré contando cómo se van desarrollando los acontecimientos.

Gracias a todos los que forman y formarán parte de esta locura.  

jueves, 24 de octubre de 2013

La naturaleza y sus raíces

A Jimena

Creo que hay personas que están ligadas profundamente a la tierra. Abrazar a uno de estos seres es como abrazar a un árbol. Notas su sangre como la savia. Sus brazos son ramas que te transmiten toda la fuerza del sol, la magia de la luna, los secretos de las estrellas. 

Tengo la inmensa suerte de conocer a una de estas personas, y doy gracias a los elementos por haberla puesto en mi camino, y lo más importante, mantenerla en la senda de mi vida.

Bien, pues ella, ahora más que nunca, está llena de energía. Y no es para menos, porque en estos momentos están creciendo en su interior las más profundas raíces, aquellas que, si cabe, la mantendrán ligada a la naturaleza de por vida. Porque, ¿qué hay más natural que el milagro de la creación?



Bien, pues quizás por casualidad, quizás por azar, hace aproximadamente un mes me encontraba dando un paseo por uno de los muchos lugares de Madrid que me encantan. La Cuesta Moyano es una calle en la que se guardan y venden auténticos tesoros. Los amantes de los libros tienen, tenemos ahí un oasis en el que nadar, bucear y encontrar joyitas. 

Como digo, iba en busca de literatura infantil especial, de esa que tanto me gusta y que les voy presentando en cada nueva entrada de mi Pez; y en uno de los puestos encontré una edición de 1964 de El libro de la selva, del autor británico Rudyard Kipling. Los dos volúmenes están muy bien conservados, y pertenecen a una publicación de El Círculo de Lectores.

                            

Cuando los tuve en las manos, casi como un flash, me vino a la cabeza la persona de la que estoy hablando hoy. ¿Y por qué?; porque ella es naturaleza en estado puro, y estos cuentos, porque nacieron con ese espíritu, son también naturaleza, selva, valores, sentimientos. Vida, al fin y al cabo.

Como decía, Kipling ideó esta obra como una serie en la que cada capítulo era independiente del anterior, aunque llevara una historia continuada detrás. Narra la vida de Mowgli, un niño perdido en una selva de India, y que es criado por una manada de lobos. Con ellos, y con el resto de habitantes de ese rincón del planeta, crecerá feliz y respetando tanto a los animales y plantas que le rodean como a los humanos, esa raza a la que él pertenece y que le volverá a acoger tras un sin fin de aventuras.

Esta fue la portada de la primera edición, de 1894, que a modo de curiosidad les apunto que fue diseñada por John Lockwood Kipling, padre del escritor:


Hoy, 24 de octubre, Día Internacional de la Biblioteca, me siento feliz porque he contribuído a que la de ELLA se llene de un pedacito de selva, de tierra, de naturaleza. Tal y como le he dicho, este libro es para que lo lea junto a su retoño. Y va a tener que emplearse a fondo, porque no tiene ilustraciones, así que la pequeña va a desarrollar su imaginación de la mano y la voz de su mamá.

A todos ustedes, le animo a que disfruten de lecturas como ésta junto a sus niños queridos. Ellos aprenderán a respetar el medio natural de una forma divertida y amena, y las lecciones morales que saquen de estas páginas podrán transmitirlas cuando sean mayores.

Hoy me despido con un temita de la película de 1960 con la que Walt Disney rindió tributo al británico ganador del Premio Nobel de Literatura.


 Besos vitales y abrazos de oso para todos...