martes, 3 de octubre de 2017

Momento 23

Qué ganas tenía de poder escribirte como lo voy a hacer hoy. Todo llega, y ahora sí que puedo permitirme el lujo de imaginar nuestro encuentro. Hace poco más de una semana me llamaron de la agencia para decirme que pronto estaríamos juntas, pero que no me podían concretar hasta cerrar unos cuantos aspectos del viaje. 

No te había querido decir nada por una sencilla razón, no ilusionarme demasiado para después llevarme un chasco. Que me conozco...  Todos los días mirando el teléfono, asegurándome que estuviese cargado, con volumen suficiente como para escucharlo, en fin, te podrás imaginar. Pues hoy, por fin, esa llamada ha llegado, y desde ese momento no paro de sonreir y de pensar en lo poco que queda para poder vernos. Ahora sí, mi princesa, mi reina canela.

El 26 de octubre tengo  que estar en La India para asistir al juicio en el que cofirmen que seremos una familia. Estaré muy cerca de ti, mi pequeño angel, y espero que a partir de esa vista no nos torturen con mucha más espera. Estoy deseando abrazarte y hacerte sentir que nunca más en tu vida vas a volver a sentirte sola. Ni yo tampoco, mi niña, mi hija.

Ya en unos días se puede decir que empieza la aventura porque tengo que ir el 16 a una formación en la agencia, para prepararme aun mejor para ti. Tu abuela y yo ya nos quedaremos en Madrid para preparar bien el equipaje. y estaremos allí hasta que cojamos el avión de los sueños. 

Qué ilusión más grande, no te lo puedo describir. Soy un manojo de nervios. Pero para atajarlos un poco, ya he hecho la selección de libros y juegos que te voy a llevar. Es un poquito de todo: diversión, entretenimiento, aprendizaje.





Y también, ya están listos tus nuevos muñecos. Te diré que se están dando un agua para que cuando los tengas en tus manos estén limpios y puedas jugar con ellos cuanto te venga en gana.
 



Ay, qué poquito queda. En estos momentos solo pienso en una cosa: espero no defraudarte, y que puedas llegar a  quererme como yo ya lo hago. Porque mi niña, yo no te he parido, pero desde que vi tu primera foto, hace casi dos años ya, te he  llevado dentro, muy cerquita de mi corazón. 

Hasta pronto cariño, hasta dentro de nada. Y mientras tanto, te sigo mandando todos los besos que puedo en las nubes, en el aire, en el sol.