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martes, 2 de octubre de 2012

Color fuego


Cuando los árboles cambian sus verdes por los ocres y los naranjas.

Cuando los gnomos y las brujillas se cuelan en nuestros hogares, buscando su refugio de cara al frío invierno.

Cuando las castañas nos invitan a una tarde de tertulia.

Cuando las calabazas inundan de ricos olores la cocina.

Cuando sacamos de los cajones las velas aromáticas.

Cuando las infusiones se convierten en nuestro “refresco” favorito.

Entonces, y solo entonces, la magia nace, la fantasía se vuelve hogareña y todo se tiñe de un increíble color fuego.

Es el otoño.

La granada, una fruta típica del otoño
 
Para los más pequeños, puede que se trate de una estación aburrida. Comienza a hacer frío, y las tardes en la calle, jugando (los que aún disfruten de ese tipo de ocio, al aire libre), se acortan y las horas en casa se pueden volver interminables.

Pero no tiene por qué ser así. Todo es cuestión de paciencia, imaginación y una buena base de datos de actividades. En ese sentido, en mis próximas entradas otoñales, voy a relacionar algunos de mis libros con cosas que pueden hacer junto a sus niños.

Para empezar, se me ha ocurrido tirar de un relato que siempre me abre el apetito, me da ganas de meterme en la cocina, y me transmite toda la calidez de la reina anaranjada. Se trata de Sopa de Calabaza, escrito e ilustrado por Helen Cooper, y publicado por la Editorial Juventud en 1998.

Un detalle del libro
 
Esta historia, que acaba de ser reeditada, narra las aventuras de un Gato, un Pato y una Ardilla, que tendrán que superar algún que otro obstáculo para que su amistad continúe intacta.


Me he llevado una agradable sorpresa, al descubrir que este libro tuvo continuidad, y que Helen Cooper colocó a esos entrañables personajes en estos otros relatos:

Una pizca de pimienta:

 
Y en ¡Deliciosa!


Por cierto, en este momento, la Editorial Juventud no tiene ¡Deliciosa! disponible en su web, pero lo he localizado fácilmente en otros portales especializados en venta de libros.

Les invito que disfruten de estos cuentos y que los saboreen junto a sus niños queridos.

Y hablando de saborear, les paso una receta en la que tenemos a la calabaza como protagonista absoluta. Como curiosidad, les diré que esta hortaliza está indicada para reforzar las defensas, y que tiene propiedades antioxidantes. Y encima, está buenísima.

Ingredientes
  • 700 gramos de calabaza
  • 1 cebolla mediana
  • 4 tazas de caldo de verdura
  • Media taza de nata líquida
  • Una cucharada de mantequilla
  • Un pizco de pimienta blanca molida
  • Un puñadito de sal gorda (al gusto)

Cómo preparar, paso a paso, una crema de calabaza

Paso 1

1. Pelar la calabaza y cortarla en trozos no muy grandes. Calentar la mantequilla en una cazuela, añadir la cebolla y freírla lentamente durante 15 minutos hasta que esté blanda.

Paso 2

2. Añadir la calabaza y el caldo y dejarlo cocer a fuego lento durante 20 minutos o hasta que la calabaza esté blanda.

Paso 3

3. Dejar enfriar. Pasar la mezcla por la batidora hasta que quede homogénea e introducirla de nuevo en la cazuela. Salpimentar al gusto, añadirle la nata y calentar a fuego lento, hasta que esté caliente.

Tal y como se ve en los dibujos, podemos hacer partícipes a los niños en la elaboración de esta crema; bajo nuestra supervisión, claro está.

Otra cosa que pueden dejarles hacer es que se encarguen de la decoración de los platos, por ejemplo, con un dibujo hecho con nata, adornos de queso rallado, o toques de hierba buena.

Les paso también una selección de cuentos infantiles dedicados al otoño, y que he encontrado buscando setas en internet. ¿Por qué no prueban a contárselos a sus pequeños, al tiempo que les piden que dibujen lo que se les ocurra, lo que a ellos les inspiren los relatos?

 
Para finalizar hoy, les regalo este emotivo poema de José Hierro:

VIENTO DE OTOÑO
Hemos visto, ¡alegría!, dar el viento
gloria final a las hojas doradas.
Arder, fundirse el monte en llamaradas
crepusculares, trágico y sangriento.
Gira, asciende, enloquece, pensamiento.
Hoy da el otoño suelta a sus manadas.
¿No sientes a lo lejos sus pisadas?
Pasan, dejando el campo amarillento.
Por esto, por sentirnos todavía
música y viento y hojas, ¡alegría!
Por el dolor que nos tiene cautivos,
por la sangre que mana de la herida
¡alegría en el nombre de la vida!
Somos alegres porque estamos vivos.

¡¡Feliz otoño!!
 

lunes, 6 de agosto de 2012

Aventuras intemporales


El regalo más divertido de mi Primera Comunión consistió en la inscripción en un campamento, así como el equipo necesario para acudir a él: saco de dormir, macuto, linterna y cacharrería diversa (cantimplora, cubiertos, plato), etc. Tuvo lugar en la Sierra de Palancares, en Cuenca, y en teoría, duraba 15 días. Digo en teoría porque ese año aprendí lo que significan las tormentas de verano en la Península. El campamento prácticamente desapareció, y tuvimos que esperar a que nos vinieran a rescatar.

No recuerdo haber pasado miedo.

Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que en ese momento no fui consciente de lo que estaba viviendo, y en gran parte gracias a mi primo el mayor, que estaba allí colaborando en la enfermería. Hoy es médico.

A la vuelta, con menos de la mitad de mis pertenencias, y antes de tiempo, la logística familiar se tuvo que ajustar, y me quedé unos días en casa de una de mis tías, en Madrid. Hacía calor, y estaba un poco tristona, porque había perdido un montón de cosas por culpa de la riada, y porque casi no me había dado tiempo a despedirme de mis nuevos amigos. Por cierto, dice mi madre que cuando volví, tenía un acento maño de mucho cuidado, porque mi mejor amiga de aquel campamento era de Zaragoza.

Para animarme, mis primos me trataron como a una reina, y de hecho, me organizaron una auténtica acampada en su cuarto.

De esos días guardo, sobre todo, tres recuerdos:

*Estas pulseras. Yo tenía la verde, y por la noche jugábamos a encontrarnos en la habitación.


*La música que escuchaban mis primos. Estas cintas me las grabaron ellos unos años después. Una es de Mark Knopfler, y la otra, de Elvis Presley. Y como se puede ver, las conservo en perfecto estado. 


*Estos relatos de aventuras que descubrí en una estantería del cuarto de mis primos.


Y es de estos libros de los que les quiero hablar.

Se trata de una serie escrita por Enid Blyton, y que contaba las peripecias de una pandilla, Los Cinco, que conquistó a varias generaciones, desde los años 40, hasta hoy, espero. 

Contó con estos 21 títulos, ordenados por orden cronológico: 

Los Cinco y el tesoro de la isla, 1942
Otra aventura de Los Cinco, 1943
Los cinco se escapan, 1944
Los Cinco en el Cerro del Contrabandista, 1945
Los Cinco en la caravana, 1946
Los Cinco otra vez en la Isla de Kirrin, 1947
Los Cinco van de camping, 1948

Los Cinco se ven en apuros, 1949
Los Cinco frente a la aventura, 1950
Un fin de semana de Los Cinco, 1951
Los Cinco lo pasan estupendo, 1952
Los Cinco junto al mar, 1953
Los Cinco en el páramo misterioso, 1954
Los Cinco se divierten, 1955
Los Cinco tras el pasadizo secreto, 1956
Los Cinco en Billycock Hill, 1957
Los Cinco en peligro, 1958
Los Cinco en la granja Finniston, 1960
Los Cinco en las Rocas del Diablo, 1961
Los Cinco han de resolver un enigma, 1962
Los Cinco juntos otra vez, 1963


Las aventuras, protagonizadas por Jorgina, los hermanos Julián, Dick y Ana, y Tim, el perro de Jorgina, que les acompañaba siempre, se desarrollan entre meriendas, refrescos y paseos en bicicleta.

A modo de curiosidad, les paso este archivo que he encontrado, con una canción del dúo Enrique y Ana, en la que se habla de Los Cinco. Fue la sintonía de una serie basada en estos libros, y que se pudo ver en España en 1978. Sinceramente, yo no la recuerdo, pero la canción sí.

Para los que no recuerdan estos libros, o para los que quieran saber más, les paso este enlace. Está bastante completo, y da la oportunidad de descargar los relatos de la escritora, incluidos los de Los Cinco, abriendo así la puerta a las nuevas tecnologías.

Afortunadamente, los libros se pueden conseguir actualmente en cualquier librería. De hecho, he comprado alguno para regalar. Pero si lo que les va es comprar en la Red, les ofrezco la posibilidad de hacer sus pedidos en una pagina Web que tiene de particular que pertenece a la empresa que ha publicado, de forma continuada, los libros de Los Cinco desde su llegada a España, hace ya unas cuantas décadas. Se trata de la Editorial Juventud, y este es su enlace:

Y para terminar, hoy me despido con música. En este caso, con una canción que está en una de las cintas que les enseñé antes, la de Mark Knopfler. Se trata del tema “Wild theme”, perteneciente al álbum Local Hero, de 1983. En su momento, me ayudaba a dormir, y creo que volverá a hacerlo…


Dulces sueños…