martes, 14 de junio de 2016

Momento 14

NOC NOC, TIC TAC

Momento 14 para un día 14. ¿Casualidad? No creo en las casualidades...

Hoy, bien temprano, recibo correo de la agencia que está convirtiendo mi sueño en realidad. ¡Sorpresa! ¡nervios!

Sí, mi cielo, un nuevo pasito del camino que me está llevando a ti, y que refuerza aun más el vínculo que estamos creando. De momento, invisible, pero con unos hilos de plata fuertes y que resisten todo tipo de temporales. Además, como te podrás imaginar, desde que lo leí se me ha dibujado ese tipo de sonrisa que le dice al mundo que las cosas van bien.

Porque sí, a su ritmo, los escalones los voy subiendo y aunque a veces me venga un poco abajo por el ansia de abrazarte y cuidarte ya, se que esto forma parte del proceso. Cuando llegue el momento, estaré preparada para ti, y el sacrificio habrá merecido la pena. Te lo prometo, mi niña, mi Shivani.

Mientras tanto, miro el tiempo pasar, y me imagino haciendo una y mil cosas. Por ejemplo, cocinar...


Ya verás cuando descubras junto a mi este nuevo libro que ha llegado a nuestra biblioteca. Se trata de te cuento en la cocina donde la magia de Ferran Adriá se convierte en recetas para las dos. Te va a encantar, y a mi también, claro. Ves, también forma parte del conocimiento sobre ti. Estoy loca por saber qué te gusta, descubrirte nuevos sabores, enseñarte mis gustos, y descubrirte mi memoria gastronómica.

Y otra sorpresa que me he llevado tiene que ver, y mucho, con tu abuela Carmen. Es una artista del punto de cruz, y gracias a sus manos y su imaginación hace cosas tan maravillosas como estas:




Cariño, ¡¡son tuyas!! 

¿Sabes por qué? Porque te esperamos con lo mejor de nosotros mismos, con ganas y con toda la ilusión del mundo. Hoy, de hecho, como siempre que comento los avances que vamos alcanzando, muchas son las palabras bonitas que me llegan, y que guardo para que algún día las puedas leer tú también.

A modo de despedida, y para que leas un ejemplo de lo que te digo, te dejo un cachito de correo electrónico que me ha mandado tu padrino:

"¡¡¡ENHORABUENA!!!  Qué poquito te (nos) queda ya para tener aquí a la Princesa de Tierra, qué poquito para que ese pez volador pueda tomar tierra y descansar, para coger fuerzas y emprender ese otro viaje, el de cuidar de Shivani el resto de nuestros días, qué poquito para empezar a tener mil ocasiones para pensar "anda, que en qué hora empecé todo esto" cuando la enana te haga sus trastadas, y para empezar a tener millones de ocasiones para olvidar que una vez, tu vida era tuya.  ¡¡Y lo feliz que eres cuando lo olvidas...!!" 

¿A que es precioso?

Pues es por ti, para ti.

Un besito, mi niña, mi Shivani. Cuento los segundos para llenarte la carita de besos...   

miércoles, 25 de mayo de 2016

Esos ojos...

Sábado por la tarde...

Puerto del Rosario...

Feria del libro...

Paseando y cotilleando los puestos, no puedo evitar que mis manos y mis sentidos se dirijan a los libros infantiles. Para mi también miro, no lo niego, pero hoy por hoy sigo en el empeño de preparar una buena colección de lecturas para mi niña, para Shivani.

De repente, en un riconcito, me llama la atención una mirada, una carita...


Me acerco un poco más, y ¡anda!, ¡pero si te conozco! Eres MOWGLI... 

Hace muchos años Rudyard Kipling te creó, te dió la vida, y tu alma se quedó grabada en la memoria de los niños de muchas generaciones. Yo soy una de ellas, te lo confieso. Y quiero transmitir tu legado ahora a mi hija. Ella también te querrá, porque además, venís de la misma tierra.

El caso es que ahora te han puesto un poquitín más al día, pero respetando tu esencia. Lo ha hecho la editorial Edelvives, en un album maravilloso, adaptado por Maxime Rovere, y con unas ilustraciones increíbles de Justine Brax. Debo decir que la traducción que ya saboreo es de Elena Gallo.


                 

¿Sabes?, releyendo tu historia, me doy cuenta que tuviste mucha suerte, y que espero que Shivani llegue a tener unos amigos tan diferentes y tan fieles como los tuyos. El sabio Baloo; la discreta Kaa; o la fiera Bagheera. Son algunos de ellos, pero no todos, claro. Cada uno te cuidó, protegió y te enseñó a defenderte en la vida. 


Bueno, pequeño, me alegro mucho de nuestro reencuentro. Ya formas parte de la biblioteca de tu nueva amiga, de mi chiquitina. Os presentaré, y le enseñaré a quererte y a divertirse contigo. Seguro que lo consigo, te lo prometo.