Parece fácil, ¿verdad? Tenemos una idea clara en la cabeza, y cada uno de nosotros podría definir esta palabra de una forma diferente.
Si nos vamos al diccionario de la RAE, en su tercera acepción,
podemos leer que se trata de un “Sentimiento de afecto,
inclinación y entrega a alguien o algo”. Y es cierto, a mi
modo de ver. Pero si le preguntamos a un niño, ¿creen que nos
diría lo mismo?
Hace unos años, un grupo de educadores y psicólogos realizó un
estudio con alumnos de 4 a 8 años. Entre los apartados de
dicho estudio, se les pedía a los chiquillos que definieran el amor.
Su respuestas son muy divertidas, y más profundas de lo que nos
podemos imaginar.
Si lo desean, pueden ver algunas de ellas en este blog, donde se
recogen la más significativas:
Si me dan a elegir, yo me quedo con la definición dada por Rebeca,
una niña de 8 años.
“Cuando mi abuela enfermó de artritis, ella no se podía
agachar para pintarse las uñas de los pies. Mi abuelo, desde
entonces, pinta las uñas de ella aunque él también tiene
artritis”.
O esta otra, de una pequeña llamada Karina, de 7 años:
“Cuando tu amas a alguien, sus ojos suben y bajan y pequeñas
estrellitas salen de ti”.
Voy a hablar de un libro que habla de amor, entre otros sentimientos.
Y lo hace de una forma tan tierna, que es muy recomendable.
Se trata de Juan Ramón Jiménez y los niños, de la Editorial
Everest. Pertenecía a la colección “Y los niños”, y fue
preparado por José María Garrido Lopera.
Tenía unas ilustraciones preciosas de José Ruiz Navarro.
A punto estuve de mandar este libro al Cielo de los libros sin
presente, pero no ha hecho falta, porque afortunadamente, la
misma Editorial, lo tiene en su catálogo, listo para su venta. En esta ocasión, es Lola González la que nos lleva a pasear por la fantasía de Juan Ramón Jiménez. Y las ilustraciones son del mismo artista que las de mi antigua edición, José Ruiz Navarro.
Gracias a esta obra, es fácil descubrir la personalidad del genial escritor de Moguer.
Así
mismo, estoy convencida de que cuando terminen de contarle a sus niños queridos Platero y yo ,
muchos les pedirán un burrito como animal de compañía.
Eso
sí, tengan muy en cuenta esta advertencia que hizo Juan Ramón
Jiménez, en 1914, cuando escribió su tierno relato:
Hoy
les dejo con parte de un poema del autor de Platero,
y que me parece ideal para un día como hoy, en el que empiezo a
intuir la belleza del otoño, mi estación favorita.
Lluvia
de otoño
Llueve, llueve dulcemente...
...El agua lava la yedra;
rompe el agua verdinegra;
el agua lava la piedra...
Y en mi corazón ardiente,
llueve,
llueve dulcemente.
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