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miércoles, 20 de diciembre de 2017

Momento 25: Feliz Navidad

Feliz Navidad, Shivani,



Un año más me toca felicitarte en la distancia. Pero en esta ocasión, la diferencia está en que ya te conozco, te he podido besar y achuchar, y aunque lejos, te sueño muy cerquita y juntas.

En parte, y solo en parte, le doy gracias al destino por no tenerte en este momento aquí conmigo. Porque mamá está un poco pachuchilla de salud, y no sería justo que me vieras así. Te lo quiero contar para que algún día lo leas y lo puedas entender, porque no te estoy diciendo que no te quiera aquí, ni muchísimo menos.

Verás, mi amor, a mamá le han diagnosticado una enfermedad llamada cáncer. Estoy en manos de los mejores médicos, y ya me han operado dos veces, pero el bichillo, por llamarlo de una manera más acorde con tu edad para que lo comprendas, sigue dando guerra. Y mamá le está respondiendo con todas sus fuerzas para que se vaya cuanto antes, y así poder empezar nuestra historia, la tuya y la mía, en las mejores condiciones.

Pronto me tienen que operar de nuevo, y en esta ocasión, me van a quitar un pecho. Así me han garantizado que podremos decirle adiós a ese bichillo de forma definitiva.

Sabes, poniendo un poco de humor a este tema tan serio, desde que me lo dijeron, se me vino a la cabeza una serie de televisión que veía de pequeña, y que se llamaba Mazinger Z. Era genial. Uno científicos combatían el mal con unos robots gigantes. Uno de ellos, la compi del prota, se llamaba Afrodita, y su poder residía en disparar unos misiles desde sus pechos. 



En realidad, esa frase que lees nunca se pronunció en la serie, es lo que se conoce como una leyenda urbana, pero ha pasado a la historia igualmente de la gente de mi generación.

En fin, que lo que te quiero decir es que probablemente, la próxima vez que nos veamos, que seguro que será la definita, la que marque nuestro comienzo, tendré un pecho menos. Pero peque, sigo siendo yo, la mujer que ya es tu mamá, y no te asustes, porque yo no lo estaré, y te lo explicaré todo si lo necesitas.

Mi vida, te quiero, y solo le pido una cosa al año que está a punto de empezar, que sea el nuestro...
 
 Hasta pronto mi reina
 

sábado, 11 de octubre de 2014

Tú sí que eres un tesoro...

A Clemen..


Conozco a una dragona peleona como ella sola. Se aferra a su tesoro y lucha por él de una forma heróica. A veces se cansa, y ahí entramos l@s que la rodeamos, aunque sea desde reinos muy lejanos, y le animamos a que se llene de energía de nuevo para seguir iluminando con su fuego a todo aquel que lo necesita.

En realidad conozco a más dragon@s, que en la actualidad mantienen unas duras batallas contra un bichito que quiere hacerles mucha pupa; pero ell@s están poniendo todos los medios que conocen a su alcance: alas, escamas, garras, dientes, llamas... Vamos, las armas con las que cuentan todos los dragones del mundo.

Y como de dragones estoy hablando hoy, les voy a recomendar una obrita de teatro que me ha cautivado. Se llama El tesoro del dragón, de Rafael Ordóñez Cuadrado, e ilustraciones muy divertidas de Violeta Monreal. El librito, que está pensado para criaturitas a partir de 8 años, fue publicado por Alfaguara Infantil en el año 2007, y goza de muy buena salud, porque se sigue editando hoy en día.


¿Saben por qué he encontrado especial esta historia? Por varias razones. Para empezar, el dragón es una dragona. Los príncipes que pretenden acabar con ella no le llegan ni a la suela del zapato. Y porque quien descubre el tesoro de nuestro ser alado es una princesita poco corriente, nada convencional.

Y no le tengan miedo por el simpre hecho de tratarse de una obra de teatro. Es muy amena, se lee genial, y resulta entretenida. Les animo a que se la lean a sus niños queridos, porque tal y como dice el autor del relato: 

"Sí, teatro. Teatro, teatro, teatro... La mejor manera de disfrutar con los amigos, con la familia y con los libros." 

Bien, pero vuelvo a mi dragona, a la que tengo en mi vida real, a la que se enfrenta cada día a una guerra tremenda contra un monstruo llamado cáncer. Sé que la palabra ya da miedo de por sí, y puede hacernos poner los pelos de punta solo con escuchar esas seis letras.

Sí, no lo niego, asusta, pero vamos a darle una vuelta a la tortilla. Un giro pensando en los pequeños de la casa. Porque sí, ellos también forman parte de la familia donde esa palabra entra un buen día por la puerta, por la ventana, por las cocina. Y si bien hay que presentarles la nueva situación de una manera adecuada para sus edades, creo que no hay que disfrazar ni enmascarar la realidad. Simplemente maquillarla un poquito. 

He encontrado una iniciativa preciosa, delicada y muy tierna. Se llama El album de mamá y nos cuenta la historia de Mateo, un pequeño cuya mamá se pone malita, y gracias a un buen amigo, se las ingenian para transformar los malos momentos en recuerdos bonitos e inolvidables.

Se trata de una publicación que nace de la mano de la empresa Novartis, y gracias a unas ilustraciones preciosas, hace que nos demos cuenta de que la imaginación de nuestros niños queridos es una medicina poderosísima, y que en en las malas situaciones como puede ser el enfrentarse a una enfermedad como el cáncer, ésta sigue volando y floreciendo.


Bueno, mi dragona Clemen, esta entrada va por ti, por tu lucha, por tus guerras, por tu ejemplo, por tu fuerza. Sólo espero que esa armadura que tienes te siga protegiendo toda la vida, y que nos hagas un huequito en ella cuando nos falte calorcito en el alma, en el corazón.

Para ti, y para tod@s l@s peleones, ÁNIMO, la batalla es dura, pero se puede vencer. Y no olviden proteger con sus llamas también a sus niños queridos. Ellos, a su modo, también pelean con ustedes. No lo olviden.

Para finalizar, una canción que también he descubierto hoy, buceando por ese planeta misterioso llamado Internet. Se trata de un tema llamado Mujer de las mil batallas, compuesta por Manuel Carrasco, y dedicada a la lucha contra el cáncer.



Besitos

PD: Vuela muy alto, mi queridísima dragona, que tus alas pinten en el cielo los más hermosos amaneceres, y que tu fuego nos acompañe por siempre en cada atardecer.

Me siento orgullosa de haberte tenido en mi vida, siendo un ejemplo de lucha y fortaleza. 


Descansa en paz Clemen. 


Te querré siempre


13-05-2015