viernes, 20 de febrero de 2015

Diario de una ilusión: Momento 9

Familia Durán Santana

Lo pone un papel, se dirigen a mi, a nosotr@s, como Familia, y me emociona leerlo. Sí, en ello estoy trabajando desde hace mucho tiempo, antes incluso de que presentara la primera solicitud, el primer escrito, el inicio de mi camino hacia ti.


Suena bonito, ¿verdad?

Y no solo eso, a lo mejor, quién sabe, podría ser que ya estuviera viendo tu carita. 

¿Por qué?

Porque ya sé de dónde vas a venir, a dónde se dirigen mis pasos, el lugar en el que nos encontraremos, el sitio donde nacerá nuestra historia como familia, como madre e hij@. Sea como sea, aquí estás, o estarás y solo por eso me llenó de calor la lectura de estas palabras:






Efectivamente, este es, o será, tu hogar, en tus primeros años, el SAHYOG VILLAGE, en el Estado de Jharkhand. Sí, ya estoy estudiando cómo es el lugar, qué puedes estar viendo con tus ojos inocentes, qué cosas ocurren a tu al rededor. Hablo en presente, por si ya seas. Y mis estudios van un pasito más allá. Resulta que hace poco me han regalado un libro precioso, y que posiblemente entiendas mejor tú que yo. Se trata de Cancioncitas de Rosas y Azafrán de la Editorial Kókinos, y recoge, ni más ni menos, 28 canciones, nanas, coplas y juegos de dedos de la India, Pakistán y Sri Lanka. 



Te propongo un trato, yo te querré incondicionalmente, te cuidaré y velaré tus sueños. Y a cambio, tú, me enseñarás a cantar y a entender las letras de estas canciones. Porque sí, cada tema viene traducido, y me dice lo que escucho, pero seguro que tú las tienes grabadas en tu ADN aun sin saberlo. ¿Qué te parece? Por ejemplo, ¿qué sientes cuándo oyes ésto?




Pequeñ@, como ves, cada día estamos un poquito más cerca. Ah, además, ya hoy puedo decir que he completado tu expediente, ya tengo toda la documentación que me permitirá tenerte. La burocracia es así. Pero no me importa, ni me molesta. ¿Cansa?, un poco, no te voy a mentir, pero cada uno de estos escritos es otro escalón. Nadie dijo que fuera a ser fácil, ¿verdad?

Te mando un beso con alas, para que volando llegue hasta ti.

Hasta pronto, cielo.

PD: Gracias a los que han hecho posible que por fin haya completado el expediente. Los quiero a todos muchísimo. Bueno, a los funcionarios de las instituciones a las que me he dirigido, no, se entiende, claro, pero igualmente les doy las gracias.

jueves, 29 de enero de 2015

Una princesa para Alba

Hace unos meses llegaste para llenar de luz y color la vida de las personas que tienes a tu alrededor. Todos te esperábamos con ilusión, y tus papis, ni te imaginas. Me pillaste un poco lejos, pero no te creas, ya aprenderás que la distancia une corazones y almas.

Estaba loca por conocerte, y por fin pude hacerlo. Y claro, ya está, siendo tan pequeñita como eres ahora, has conseguido quedarte con una parte de mí. Serás granujilla... Con tus ojitos que ya hablan y con tus manitas que ya expresan, he caído en tus redes irremediablemente. He de decir que tú no tienes la culpa, al menos no toda. Yo iba predispuesta, y me dejé llevar en ese barquito que navega ahora entre nosotras.

Pues bien, quiero agradecerte que ya formes parte de mis seres más queridos con un presente un tanto especial. 

Hace ya unos años que llevaba detrás de un libro mágico. Y por fin lo puedo disfrutar. Los Reyes Magos me lo han traído, y no me ha defraudado. Es éste:


Se llama Princesas olvidadas o desconocidas de la editorial Edelvives, publicado por primera vez en 2004, y que es fruto de la imaginación de dos artistas llamados Philippe Leehermeier y Rébecca Dautremer. Si puedo, algún día te lo prestaré, para que disfrutes de él tanto como tu "tía" Paz.

Bueno, buceando en él, me encontré con la princesa Plisplás Noloverasmás y tiene algo en común contigo, por eso te quiero regalar su historia. Resulta que nuestra amiga es una ladronzuela que "Se desliza en silencio y, con gran destreza, limpia los cofres sin dejar huella.


Ves, tiene en común contigo que ella también me ha robado un trocito de corazón.

Mi niña, te doy la bienvenida al mundo, y te brindo mis manos, para que te puedas apoyar en ellas siempre que lo necesites.



Te mando un besito grande y sonoro, y espero que nos podamos volver a ver prontito.