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miércoles, 25 de junio de 2014

Diario de una ilusión: Momento 6

Aprendiendo a soñarte

Te quiero soñar, pero debo aprender a hacerlo. No de golpe, ni de forma improvisada. Aun no eres en mi, pero estás más cerca, sigo escalando la montaña que me llevará a tus manitas.
Hace aproximadamente un mes, día arriba, día abajo, la ilusión se volvió papel, y fue entonces cuando supe que vendrías. Más tarde o más temprano, pero todo empezaba a materializarse. 




Ese mismo día comencé a hacer llamadas, a apuntar en un folio las distintas opciones que se me ofrecían, a preguntar por los siguientes pasos que debía dar. Un poco de nervios, un poco de desorientación, un poco de ansiedad. Pero nada que no se pudira arreglar con paciencia y ganas.

Tras varios contactos fallidos, por fin encontré lo que buscaba, la agencia con la que quería trabajar, y que me llevaría hasta ti. Lógicamente me preocupé por cotillear todo lo que aparecía en internet sobre esta organización. Finalmente, tras sopesar los pros y los contras, me decidí y les llamé por teléfono. Y así como quién no quiere la cosa, concerté una primera cita con ellos. Se trata de Niños sin Fronteras, y en sus manos he depositado mi confianza.

Ese mismo fin de semana, tuve tiempo de celebrar a lo grande las buenas noticias, y además, rodeada de unas personas sencillamente excepcionales.  Y justo es también decirte que estamos recibiendo, tú y yo, muchísimos apoyos y ánimos, de amig@s, familia y seres maravillosos. Eso, te lo aseguro, le proporciona un calorcito al corazón indescriptible.

Para muestra, un botón, mira qué contenta estaba quien te escribe:



Creo que se me nota la felicidad, ¿verdad?

El caso es que ya el tren hacia La India ha partido. Poco a poco estoy consiguiendo mi objetivo, que no es otro que poder tenerte a mi lado. 

La burocracia parece más lenta cuando uno es el que se topa con ella, y eso que yo trabajo dentro de la misma. Pero tranquil@, tengo fe, y sobre todo, alegría para ti y para mi. Que el camino se hace largo y pesado, no importa, más fuerte te abrazaré. 

Y para que veas que de algún modo me preparo para tu llegada, sigo comprando libros para leerte, para compartirlos junt@s. Las últimas adquisiciones las consguí en la Feria del Libro de la ciudad donde vivo. 

Uno es Cuando las aguas duermen, de la colección Saco de Brujas de la Editorial La Galera. Ya verás, es una preciosa adaptación de Gabriel Janer Manilla y con ilustraciones de Jesús Gabán, publicado en 1996.

Y el otro es una divertida historia titulada El secuestro de la primavera, de Joaquín de Déu Prats, ilustrado por Francesc Infante y publicado en 1999 por la misma editorial del libro anterior, es decir, La Galera.

Como ves, sigo trabajando por ti, para ti, para que un día podamos ir de la mano, y caminar junt@s hacia el futuro que estamos fabricando.

Te sigo esperando...

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Poemas para el alma

Estos días, en los que tengo el corazón un poco vuelto del revés, y a los que se une la influencia de la luna llena, mi alma recurre a una vieja aliada, a la poesía. Si traslado este género lírico al mundo infantil, principal objetivo de este espacio, mi primer pensamiento es que, lo mismo, ambos mundos no tienen mucho que ver. Pero resulta que no es así. Revisando mi biblioteca particular, descubro que yo también leía poesía cuando era pequeña. Y seguro que ustedes, sin ser conscientes, también.

Aquí va un ejemplo:


No es la primera vez que en mi Pez Volador hablo de la gran Gloria Fuertes, una poetisa especial, que sin querer queriendo, nos introdujo a muchos niños de mi época en el complicado mundo de los versos y las rimas. Pero lo más curioso es que ella lo hizo fácil, divertido. ¿No creen?



Estas estrofitas tan tiernas pertenecen al libro El domador que mordió al león, publicado en 1982 por la Editorial Escuela Española, y tenía unas estupendas ilustraciones de Jesús Gabán.

El libro está descatalogado, pero si tienen ganas de presentarle a sus niños queridos la obra de esta gran escritora, les vuelvo a facilitar una página web con mucha información y material diverso relacionado con Gloria Fuertes. Les recomiendo especialmente que paseen por los Enlaces de interés, ya que podrán encontrar portales en los que comprar ejemplares de la artista de la que les estoy hablando.


Y para los adolescentes de la casa, les propongo este otro texto:


Sí, es Poesía española para jóvenes, una estupenda selección de Ana Pelegrín, y que podemos conseguir y leer gracias a la Editorial Alfaguara. Entre sus páginas podemos encontrar piezas de Juan Ramón Jiménez, Lorca, Alberti o Lope de Vega entre otros muchos autores. Está recomendado para chavales de 12 años en adelante, y las letras están acompañadas de unas ilustraciones geniales de Juan Ramón Alonso.


Así, como la niña sobre la ola, en el aire, sobre terreno resbaladizo, pero sin hundir mis pies en el agua, me siento en este momento. Pero eso es harina de otro costal. Me remito a unas palabras de la artífice del libro de poemas, Ana Pelegrín, que dice en el prólogo: “(...) la poesía ayuda a vivir”; y es cierto. No hay que tenerle miedo a la poesía, debemos quitarle el san benito de lectura culta. Gracias a un poema podemos sentir, ya que las palabras están pensadas para que lleguen directas al universo de las sensaciones.

Les invito a que les descubran la magia de las rimas a sus niños queridos, o a sus jovenzuelos. Es un mundo distinto, y muy especial.

Para despedirme hoy, elijo un poema de un escritor que está en Poesía española para jóvenes. Es de Luís Cernuda, y reconozco que a este autor lo he redescubierto hace relativamente poco tiempo. Casualmente, cuando mi corazón estuvo también en medio de aguas bravas.

Orillas del amor
Como una vela sobre el mar
resume ese azulado afán que se levanta
hasta las estrellas futuras,
hecho escala de olas
por donde pies divinos descienden al abismo,
también tu forma misma,
ángel, demonio, sueño de un amor soñado,
resume en mí un afán que en otro tiempo levantaba
hasta las nubes sus olas melancólicas.

Dulces sueños a todos, a los grandes y a los chicos