viernes, 23 de noviembre de 2012

Y María se hizo mayor

A mi hermana María

María y yo nos llevamos pocos años. Descubrimos el mundo prácticamente al mismo tiempo. Jugábamos con los mismos juguetes, nos vestían prácticamente iguales, y aunque teníamos gustos diferentes, leíamos los mismos libros. En casa la cultura se repartía como un regalo, y cada una era libre de mostrar sus preferencias. Yo tenía la manía de firmarlo casi todo, y de hecho lo sigo haciendo. Y claro, por imitación, o por instinto de diferencia, mi hermana también lo hacía. 


Los libros de El pato distraido Morgan nos encantaban. Y me parece estar viendo a María pasar las hojas una y otra vez. Formaban parte de una serie que publicó la Editorial Altea en 1978, y que contenía los siguientes títulos:
  • Perdido en el río
  • Nuevos amigos 
  • Lecciones de vuelo
  • Fiesta de cumpleaños
Sus autores e ilustradores fueron Bill y Audry Titcombe, y se los aseguro, eran muy divertidos. Contaban la historia de Morgan, un ser patoso, pero que se esforzaba por superarse. Era consciente de que era distinto, pero no le preocupaba.
 

He podido descubrir que se encuentran a la venta en diversos portales de segunda mano, porque en la actualidad están ya descatalogados. Además, he visto que la colección aumentó, y que Morgan fue protagonista de unas cuantas aventuras más.  

Les animo a que los localicen, porque sus niños queridos van a aprender de su mano que no importa ser diferente. Lo verdaderamente importante es sentirse bien con uno mismo. Esto hará que los que nos rodean nos quieran y acepten tal y como somos.

Vuelvo a mi Mariquilla. Nos hicimos mayores. Cada una eligió su camino, y nuestra personalidad se fue forjando. Una de sus grandes pasiones es viajar, y ha dado con la horma de su zapato, porque a su pareja también le encanta esta afición. Y pensando en ellos, me ha venido este otro relato a la cabeza:


Los alegres viajeros es un libro de fantasía, magia, aventuras, y que se podría decir que se sale de lo corriente. Su autor fue Marcele Lerme-Walter, y la Editorial que lo trajo a España fue SM, a través de su Barco de Vapor. Hoy ya no lo tienen en su fondo, pero es muy fácil de localizar en Internet. Eso sí, puede que lo encuentren con esta otra portada:


Pero sus protagonistas son los mismos, dos niños que gracias a unos trajes especiales son capaces de volar.

Ay, Mariquilla, ojalá fuera tan fácil viajar en la realidad, ¿verdad? No te preocupes, todo se andará. Aunque como decía la gran Emily Dickinson, "Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro".

Un beso, mi pequeña hermana mediana, y feliz próxima aventura, que ya la tienes a la vuelta de la esquina. ¡No te olvides de mi imán!

Y a los demás, enseñen a sus niños queridos a volar muy alto y muy lejos. Es posible, sin dinero, solo con el poder de la imaginación.     

Bon voyage!!

P.D.: Resulta que a parte de viajar, Mariquilla ha descubierto una afición preciosa, y que apoyo incondicionalmente. Ahora, nos ayuda a volar como a mi me gusta, con la imaginación. 

De su mano ha nacido un portal mágico, mediante el cual podemos vivir sus aventuras, sus impresiones, su forma de contemplar el mundo y nos enseña que hay otra forma de desplazarse por el planeta. 

¿Saben cómo? De nube en nube. El blog se llama así, Nubes Viajeras, y este es su enlace: Nubes viajeras  

Les invito a que lo conozcan, lo buceen, lo saboreen, lo comenten. En definitiva, que lo disfruten. Estoy segura, no les va a defraudar.

Y a ti, mi Mariquilla, felicidades por haber "parido" esta idea. Te deseo lo mejor... 

martes, 20 de noviembre de 2012

¡¡Gracias!!

Desde este fin de semana, las nubes tienen forma de sonrisa. 

Un coro de ángeles vestidos con zapatones y camisolas encarnadas preguntaron al unísino ¿Cómo estás ustedes? y una voz tímida, pero picaruela, contestó ¡bieeeen! Hacía tiempo que lo estaban esperando, pero es que aquí, en La Tierra, los adultos que un día fuimos niños no queríamos que Miliki se marchara.

Yo no sé ustedes, pero cuando me enteré de la noticia, me puse triste. Pero al momento pensé, no, él me hizo reir muchas veces, así que le voy a dedicar unas palabras desde el corazón. 

Podría hablar de los recuerdos que se me vienen a la cabeza, como por ejemplo mi hermana María y yo, delante del televisor, bailando al son de canciones como esta:


O la de veces que pude haber cantado este otro tema cuando íbamos de excursión:

 

Qué bonito haber podido disfrutar de una infancia tan feliz, en la que Miliki y su familia me enseñaron, nos enseñaron a los de mi generación, que la inocencia es sagrada.

Les voy a pedir un favor, uno un tanto especial. Hoy se celebra el Día Universal del Niño, así que por ellos, por ustedes, protejan, cuiden, mimen y eduquen a sus niños queridos lo mejor que puedan, lo mejor que sepan. Y recuerden, los juegos deben formar parte de la infancia. Canten con ellos, lean con ellos, dibujen con ellos. 

Por eso, por lo mucho que jugué de su mano, sólo se me ocurre decirle a él, al que acaba de partir en Un barquito de cáscara de nuez



¡¡Muchas gracias don Emilio!!
    

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Una amistad, un tesoro

A Carolina

Tengo el firme convencimiento de que el destino coloca en nuestras vidas a las personas adecuadas en el momento preciso. Cuando somos pequeños no nos damos cuenta. Tampoco tenemos tiempo de pensar en eso porque estamos más ocupados en otras cosas, en juegos, en aventuras, en deberes. Pero a medida que vamos cumpliendo años, la historia cambia. Unos van y otros vienen. Unos se marchan y otros se quedan. Unos son de siempre, y otros no. Son los amigos, aquellos que llegan al corazón y se quedan en él.

Hoy le dedico esta entrada a una amiga, a una con mayúsculas. La conocía de oídas, a través de mi familia, que ya disfrutaba de su energía. Unos años después que ellos, quizás en uno de los momentos más tristes de mi vida, su luz, su alegría y su combinación de colores inundó mi mundo. Y poco a poco se ha ido haciendo un lugar en mi “patata”.

Hace poco hemos compartido un fin de semana juntas en un lugar increíble, en plena naturaleza, y nos pusimos al día sin prisas, rodeadas de buena gente, aunque con tiempo para nosotras, porque las amistades hay que cuidarlas, y dedicarles el tiempo que se merecen.

Bien, pues recordando esos días, me han venido a la cabeza unos seres entrañables, que seguro que, con un poco de atención, podemos encontrar en el lugar donde estuvimos, La Poshada Rural. Ya les he hablado de este sitio especial en otras ocasiones, y ahora lo hago de nuevo, para ubicar la historia de hoy. Porque allí, en medio del monte, tiene que haber gnomos, algún pariente lejano, algún primo canario de David. ¿Se acuerdan de él?



Él fue el protagonista de una de mis series favoritas. TVE la estrenó en 1985, y estaba basada en libros como La llamada de los gnomos de los neerlandeses Will Huygen y Rien Poortvliet. Disfruté con su sabiduría, y aprendí grandes lecciones sobre el respeto al medio natural, el significado de la amistad, o de lo que era justo o no. 

Ignoro si en la actualidad se hacen dibujos animados de este estilo. Si es así, felicito a sus creadores. Si es que no, me da pena que los niños de hoy en día no se puedan empapar de este tipo de historias. Pero Internet puede ser una solución. He encontrado el primer episodio de la serie, y los demás son fácilmente localizables. 

   
No sería mala idea que durante estos días de otoño, si tienen que permanecer en casa por el clima, les enseñen a sus pequeños dibujos como estos, porque a parte de pasar el tiempo de una forma entretenida, podrán compartir las enseñanzas de unos seres a los que yo consideraba como muy inteligentes.

Eso en casa, porque si se dan una vueltita por el campo, vayan con los ojos bien abiertos, porque lo mismo se llevan una agradable sorpresa. Seguro que sus niños queridos encuentran a los gnomos antes que nosotros, los viejis, porque tienen más desarrollados los ojos de la imaginación. Si se dejan acompañar por ellos y por sus fantasías, lo mismo tienen la suerte de verlos también.

Para terminar, y como hoy les he hablado de gnomos, pero también de amistad, no se me ocurre mejor canción para despedirme. Habrá otras muchas, pero a mi me encanta esta de Queen.


Buenas noches a todos, y en particular, a la más coqueta del reino...

jueves, 8 de noviembre de 2012

El entretiempo

Las lluvias, los cambios de temperatura, las indecisiones a la hora de vestirnos; todo parece que se alía para que, casi por arte de magia, nos despertemos una mañana con la nariz colorada, los ojos llorosos, y una voz de ultratumba. Ha llegado el tiempo de los resfriados. Y de ultratumba llega una de las protagonistas de mi entrada de hoy:

Se trata de una vieja momia a la que le ha pillado por sorpresa un incómodo catarro. ¿Y cómo se cura una momia?, ¿lo han pensado alguna vez? Es complicado, sí, pero un buen doctor dará con la solución.


La momia tiene catarro, de la entrañable Gloria Fuertes, es de 1981, y contaba con ilustraciones de Sánchez Muñoz. Pertenecía a la colección Infantil y Juvenil de la Editorial Escuela Española, extinguida desde 1998. Sí, lo han adivinado, mi Pez Volador tiene un nuevo encargo, llevar a mi querida Momia al Cielo de los libros sin presente. Se me está llenando, y no me hace mucha gracia, pero sabía que esto podía ocurrir. Al fin y al cabo, uno de los objetivos de esta ventana literaria era y es rendir homenaje a mis recuerdos impresos, a las lecturas que me acompañaron durante mi infancia. Por ese lado, estoy muy satisfecha con la aventura que emprendí hace unos meses.

Bueno, continúo.

He encontrado una página web dedicado a Gloria Fuertes, y buceando un poco en ella, he dado con el relato griposo:


Anímense, cuéntenle esta historia a sus niños queridos, sobre todo a aquellos que estos días están malitos. Ellos estarán especialmente aburridos, pero estoy segura que gracias a un cuento, relatado por ustedes, conseguirá hacerles sonreir.

Para acompañar estas letras, pueden jugar a aprenderse una canción. ¿Se apuntan? A los de mi quinta seguro que les suena ésta, porque era muy popular. Es muy sencilla, y es fácil de memorizar.

A ver, afinen bien las orejillas, que aquí va:


La conocen, ¿verdad? Pues ha llegado el momento de pasar el testigo a las nuevas generaciones. Ánimo en la tarea...

Y como premio, cuando nos curemos, ¿qué tal un paseo por el campo?. Bien abrigados, eso sí, podemos llevar a los pequeños a conocer parajes cercanos, donde seguro que descubren plantas, paisajes o animales que aparecen en los libros, que salen en la tele, y que resulta que son de verdad. Por ejemplo, ¿un corderito?


Este es el protagonista de El jardín de Babï, un precioso libro de Mandana Sadat, publicado en 2004 por la Editorial Kókinos. Es una mezcla de exotismo, delicadeza, ternura y cultura exportada desde el lejano Irán. ¿Acompañan a este pequeño en su aventura de crear un jardín en medio del desierto?


Como verán, hoy les he propuesto un planazo: cuento, canción y paseo. Con un poquito de voluntad y paciencia podemos convertir cualquier momento en mágico. Incluso uno en el que alguno de nuestros niños queridos se encuentre enfermo, con catarro, por ejemplo.

A los griposos, les deseo una pronta recuperación (entre los que me tengo que incluir); y a los demás, coman naranjas, tomen miel y cuídense mucho.

Un besazo

viernes, 2 de noviembre de 2012

Halloween y más...

A mis brujitas

Ya no hay marcha atrás, España ha sucumbido a los encantos de la fiesta de los disfraces americana: Halloween. Pero, ¿sabemos realmente su significado? Me gusta conocer los secretos de las tradiciones que llegan a mi, y de esta manera, poder explicárselas a mis niños queridos.

Bien, pues según Wikipedia, Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain y que significa “fin del verano”. El Samhain se celebraba al final de la temporada de cosechas y era considerada como el «Año nuevo celta», que comenzaba con la estación oscura.

Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través de esa línea. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos.

Los emigrantes irlandeses, cuando llegaron a América, llevaron en las maletas sus pertenencias y tradiciones, y ésta cuajó en Estados Unidos de tal manera que ha pervivido a lo largo del tiempo. Y así ha llegado hasta nosotros. Cada vez son más las fiestas que se celebran en torno a la llamada noche de los muertos vivientes, y debo confesar que este año yo también he picado.


Los pequeños también se van animando, y muchos de ellos acuden a sus colegios vestidos de brujitas o diablillos. Y por la tarde-noche, en grupitos, recorren sus barrios al son del truco o trato. No me parece mal, pero me gustaría pensar que alguien se ha molestado en explicarles el por qué de esta moda que se está convirtiendo en costumbre.

Y hablando de brujitas, quiero presentarles a una muy especial:


Se trata de La brujita Wanda, de Mariette Vanhalewijn, publicada por la Editorial Everest en 1986, con unas ilustraciones preciosas de Jaklien Moerman. En la actualidad, el libro se encuentra descatalogado (ya tiene su estrella en El cielo de los libros sin presente), pero he podido comprobar que se puede adquirir en portales de segunda mano. Les invito a que lo hagan, para que descubran la tierna historia de esta pequeña bruja, que para conseguir sus poderes tendrá que hacer algo muy simple, pero que es más difícil de lo que ella se imaginaba: una buena acción.

No quiero terminar sin contarles algunas tradiciones más cercanas, concretamente de Canarias. Porque sí, Halloween no está mal, pero aquí tenemos otras celebraciones, y que si se fijan, tienen el mismo origen, la misma filosofía. Por ejemplo, nuestra fiesta de los finaos (o finados). En este enlace que les presto, podrán encontrar todos los detalles de esta tradición, que, por otro lado, espero que no desaparezca:


O los ranchos de ánimas, otra tradición multicultural, que lucha por no caer en el olvido:

Como verán, hay algo más que Halloween, y seguro que en sus lugares de origen hay otras costumbres, otras tradiciones que pueden convivir perfectamente con la fiesta anglosajona. Hablen con sus mayores, que seguro que tienen muchas cosas que contarles al respecto. De esa manera, podrán contarles a sus niños queridos muchas historias curiosas relacionadas con estos días tan simbólicos. Les animo a que lo hagan. Estoy segura, les va a enriquecer, y a sus pequeños también.

Dulces sueños...

Detalle del libro "La brujita Wanda"


jueves, 25 de octubre de 2012

Por una sonrisa, un cielo

Dedicado a J. A.


-¿Qué tal estás hoy?

-Bueno, podría estar mejor, pero intento salir adelante. 


Detrás de estas dos sencillas frases se esconde un mundo. La situación laboral actual es muy delicada, y cada día, cientos de personas, miles, se enfrentan a la búsqueda de empleo. Hay que entender que este trabajo, porque lo es, requiere una fortaleza física y moral que no siempre es fácil de encontrar, tener o mantener. 


A veces, estas personas, al levantarse, tras una noche de sueño sin descanso, pueden llegar a parecer auténticas Mariquitas gruñonas. 





Eric Carlé, en 2004, publicaba este libro con la Editorial Kókinos, y entre sus páginas ilustradas, podemos ver la evolución de un ser que no tiene ganas de relacionarse con el mundo.  

Es curioso. Está recomendado a partir de los 3 años. Y me parece perfecto para los tiempos que corren. Muchos niños no saben lo que le pasa a papi o a mami. Ellos no entienden por qué no sonríen tanto, y por qué están nerviosos o irascibles. A esa edad, las explicaciones sobran. Los pequeños necesitan las mismas atenciones. Con este álbum ilustrado seguirán sin comprender la situación de sus mayores, pero aprenderán que se puede tener un mal día, y que no por ello la esencia de la persona cambia. Les dejo la reseña, para que tengan más datos:

  
Tras el enfado por la situación, llegan las preguntas del millón. ¿Por qué me está pasando esto?, ¿cuánto va a durar?, ¿seré capaz de ser fuerte? Una y mil cuestiones se nos vienen a la cabeza, y hay momentos en los que creemos que no vamos a ser capaces de continuar con el peso del mundo sobre nuestros hombros. ¿Qué tal si preparamos un conjuro para cambiar las cosas?



Esta es la portada del libro que tengo en casa. Ha cambiado, y en la actualidad lo podemos encontrar así:



El ponche de los deseos, escrito por Michael Ende y publicado por primera vez en España en 1989 de la mano Ediciones S. M., nos cuenta la historia de un hechicero un poco chapuzas, que se vale de la magia para cambiar su vida. No todo le sucede como él quiere, y tendrá algún que otro problemilla que tendrá que solventar. Aquí pueden encontrar más datos:
  
Con hechizos o sin ellos, piensen que la auténtica magia, la que cuenta, la que no necesita de fórmulas especiales, se encuentra en el interior de cada cual. Sé que no siempre resulta fácil ver la cara amable de la vida, pero debemos intentarlo. ¿Y saben cómo creo que se puede llegar a conseguir? Con una sonrisa, al menos una al día.  

Les invito a poner en marcha la terapia de hoy, dibujar una curva positiva en el rostro. La maldad, el paro, la crisis, las desgracias, van a seguir ahí, al otro lado de la puerta, esperando a darnos un abrazo negro. Pero con una sonrisa, seguro que consiguen poner un rayo de sol en el cielo gris. 

Prueben…  
 

Ah, y recuerden, estos libros de los que les he hablado son para sus niños queridos. Ellos estarán encantados de que pasen un ratillo al día compartiendo sus letras e ilustraciones, enseñándoles que la vida es algo más que juguetes y caprichos.

Y para finalizar hoy, me quedo con un verso de la Rima XXIII de Gustavo Adolfo Béquer: 

Por una sonrisa, un cielo  

¡Buena Suerte!