Se acabaron mis vacaciones. He disfrutado, he descansado, y sí,
también he trabajado.
La última etapa de mis días de descanso la he pasado en el hogar
donde se desarrolló mi infancia y parte de mi adolescencia. Tras esa
casa hubieron otras, en diversos lugares, incluida en la que resido
actualmente. Pero esa, ¡ay, esa!, es la que me despierta más
sentimientos, la que me induce a la nostalgia.
Bien, mi trabajo ha consistido en catalogar los libros infantiles con
los que cuento. Fotografiarlos -pido perdón de antemano por algunas
instantáneas, ya que reconozco que no son muy buenas- y meterlos en
mi mochila particular para presentárselos. Evidentemente, los he
tenido que dejar allí, donde me estarán esperando
cada vez que regrese, física o mentalmente.
Son muchos, sí, e intuyo que algunos de ellos ya no será posible
conseguirlos, pero aún no sé cuales serán.
Ahora viene la segunda parte de mi misión. Tengo que clasificarlos,
ordenarlos, e ir haciendo las averiguaciones pertinentes. Saber si se
pueden adquirir en la actualidad, y en qué formatos están
disponibles.
Y como por algún lado hay que comenzar, lo haré con una petición
llegada desde Italia.
Se trata de un libro que estuvo presente en la niñez de una persona,
y que resulta que en la mía también. Esta es la prueba:
Esta costumbre la sigo teniendo, firmar y fechar mis libros. Ahora,
incluso, escribo el lugar donde he comenzado a leerlos.
Incisos a parte, sí, es Momo,
de Michael Ende.
Publicada por primera vez en 1973, narra la la historia de una niña
huérfana italiana, que cuenta con una particularidad: tiene la
habilidad de escuchar.
Ella, con su imaginación y su
decisión, será capaz de vencer a los Hombres grises,
unos malvados seres que tienen como misión despojar del tiempo a los
habitantes de la ciudad.
En la aventura le acompañan Gigi Cicerone,
Bepo Barrendero, y la
tortuga Casiopea, un
ser especial que se comunica mediante mensajes luminosos en su
caparazón.
La Editorial Alfaguara
lo sigue comercializando, y lo recomienda para niños de 12 años en
adelante. Es fácil conseguirlo en cualquier librería. También es
posible adquirirlo en formato digital, y he comprobado que es muy
asequible y sencillo de localizar en la Web.
Y por último, he encontrado esta
maravillosa película italiana, dirigida por Enzo D'alò,
y que nos regala, en dibujos animados, el libro de Ende:
Bien, con este personaje tan especial comienzo de nuevo. Seguiré
trabajando, y pronto, en el Pez Volador, irán descubriendo mis
tesoros, esos que tengo en las estanterías que antes les mostré.
Para despedirme, he elegido esta frase del libro:
“Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el
mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se
paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene,
sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo”.
¡Hasta
pronto!